Mi abuela sabia

06.03.2012 00:00

 

A veces creo que no elijo, y sin embargo siempre elijo, aunque no quiera darme cuenta. Mi elección es la que describen los hechos que voy realizando en torno a una opción, una sola entre las posibles. Sin embargo a pesar de que entre dos opciones que me gustan, he elegido una de ellas, en mi fantasía muchas veces no excluyo la otra opción y la perpetúo en mi mundo de sueños y deseos convirtiéndola en la otra realidad, aunque sea de ficción, incluso de ¡ciencia ficción!, consiguiendo a través de una trampa fraudulenta la sensación de no elegir. Pero esto no es real, es sólo una fantasía muy bien construida en mi mente con un propósito, evitar el dolor que me causa elegir entre dos opciones que me gustan, como elegir entre dos amores, ¿cómo elegir entre dos amores y no quedarse con los dos?…

De manera que entre la opción elegida en la realidad más la opción rescatada por la fantasía pareciera que no elijo entre las dos opciones, que soy capaz de quedarme con todo lo que la vida me propone y no perderme nada. ¡Qué bien sé cuidarme a mí misma!

Cuando escribo esto mismo siento rabia, al darme cuenta de mi movimiento astuto y planificado estratégicamente por mi mente de pronto me sube desde las tripas toda la frustración y me calienta la cara, yo misma me pillo en mi trampa y de esa manera la anulo completamente, cuando la anulo me sobreviene una pataleta que casi no puedo sostener… ahora surge como un monstruo una niña furiosa que quiere romperlo todo… y sin embargo yo sé que esa niña furiosa es un nuevo intento de evitar el dolor que me causa no quedarme con todo, el dolor de tener que elegir una de las dos deliciosas opciones…

Y no sólo tener que hacerlo ahora, tener que elegir ahora, si no darme cuenta de que ya elegí, que elegí hace muchos años, que fue entonces cuando existía la otra posibilidad y que yo no la elegí, sólo elegí una de ellas y eso ya pasó, ya pasó ese tren, aunque yo me haya quedado enganchada con mi fantasía…

-Susi, tú ya elegiste… mira, el 31 de diciembre del año 2005, pongamos esa fecha, elegiste una de las dos opciones que tenías frente a los ojos y que tocabas con tus manos, ¿te acuerdas?… y ya está, todo este tiempo has intentado convencerte con tu fantasía tan sugestiva, esa que te eriza el pelo y te solivianta el deseo, de que te lo estabas pensando, que aún no habías tomado una decisión…¡y has conseguido engañarte!… sólo que en ese engaño aquello que querías evitar, el dolor de no elegir también la otra opción, la tristeza de abandonar algo que te gustaba como posibilidad y como realidad incipiente que estabas descubriendo, aquella frustración que querías evitar no la has podido evitar, ¡te ha dolido mucho más!, ¿cuántas veces has rozado con este asunto el entusiasmo grandioso de ver posible tu deseo?¿y cuantas veces has tocado tierra y has comprobado que tu vida real discurría por otra senda dejando atrás, ¡muy atrás!, esa opción también tan apetecible?¿ y cuánta frustración te ha causado este sentir entusiasmo para después aterrizar en la tierra y despertar de un sueño?¡¡te has pegado una paliza a ti misma!!… y ahora te estás dando cuenta…

-Pero abuela, ¿de verdad que no es posible un mundo donde no tenga que elegir? ¿no puedo yo con mi fuerza, mi valentía, mi creatividad construir un mundo así?

-En algunos caso podrás, no digo yo que no puedas tú ser una vanguardista y exploradora de límites para su ampliación… pero Susi en este caso del que te hablo, no has podido, simplemente no ha sido posible… y te has llevado años pegada a una fantasía… mira a tu alrededor y dime si la opción que elegiste no te gusta, la que conforma tu realidad hoy, aquí y ahora…

-Sí que me gusta… seguramente elegí lo mejor para mi… pero abuela, sabes que me deja un sabor triste, como de abandonar mis sueños, como de hacerme mayor…

-¡Anda niña!, ¡no seas tonta y goza de la vida!, lo que existe para ti aquí y ahora disfrútalo con todos tus sentidos y no inviertas ni una pizca de tu atención, de tu deseo en fantasías improbables… toma lo que hay y date cuenta de que con lo que hay tienes suficiente, y con lo que hay puedes hacer una orgía de sabores si sabes apreciarlo con toda tu carnalidad física y con todo tu espíritu…. y sí niña, te harás vieja como yo y si quieres podrás seguir gozando de la vida con la misma intensidad… siempre que elijas tu propia alegría y te entregues a ella con todo tu ser… no te dejes engañar por la fantasía…

-Gracias abuela, caigo en mis propias trampas, me quedo con lo que hay aquí y ahora para mi, que por cierto me doy cuenta de que fue justamente lo que yo elegí.