Las voces del cuerpo

12.06.2014 00:00
Despertar de la primavera. Paul Gauguin
 

Existe un recurso interno –la voz- que podemos despertar en la relación de ayuda para conectarnos con nuestro cuerpo y encontrarnos con asuntos que nuestro cuerpo nos expresa a través de sensaciones, a través de síntomas o bien con una enfermedad que implique a un órgano y sus funciones. La voz de los órganos físicos también la podemos escuchar para aprender de ellos, los órganos de nuestro cuerpo realizan a la perfección determinadas funciones que a veces nosotros deberíamos aprender para nuestra vida. Este recurso interno es la voz, ponerle voz a otras partes de nosotros para escucharlas, y para escucharnos en nuestra totalidad.
El counselling es un modelo de relación de ayuda donde el counsellor acompaña a su cliente a despertar o activar recursos internos que le sirva para mejorar su vida en algún sentido: es una relación de ayuda para que tú te ayudes, yo como counsellor te acompaño para que encuentres tu propia ayuda.
Si una persona quiere explorar qué ocurre con su salud física a través del counselling tiene que descubrir qué necesita activar dentro de sí para ayudarse a sí mismo: el counsellor le acompaña en esta exploración, no hay objetivos de curación ni sanación en el counselling, se aparta totalmente del discurso médico y aparece simplemente la posibilidad de explorar una experiencia, que puede ser cualquier tipo de asunto inconcluso, crisis, conflicto… en el caso de lo físico, el trabajo también puede estar orientado a escuchar sensaciones corporales que expresan emociones, un síntoma físico, el diálogo con la enfermedad…
En este descubrimiento el cliente iniciara una exploración que se centrará en su conciencia corporal y en buscar los mejores recursos para conseguir un objetivo de bienestar que decide la propia persona, que no es universal si no individual: qué me hace estar mejor en una situación es una experiencia que sólo puedo descubrir yo a través de la experimentación. No puedo saberlo a través de un ideal.
Nuestra voz –este sonido que sale de nuestra garganta y que se convierte en una comunicación –la podemos poner, se la podemos prestar a partes de nosotros mismos que quizás nunca se nos había ocurrido. Yo ahora mismo puedo prestarle la voz a mi corazón, acercarme al sitio que ocupa en mi cuerpo, el centro de mi pecho, darme cuenta de su movimiento, de su latido, de su vibración, de su aspecto físico, de su forma, de su color… e intentar con mi imaginación y mi percepción convertirme en él y permitirle usar mi voz, permitir que se exprese con palabras. Esto es un ejercicio de percepción y un recurso creativo muy eficaz para escucharnos.
Cuando prestamos nuestra voz reconocemos una parte de nosotros que toma su derecho a la expresión y que posee un punto de vista particular, especifico y que necesita comunicarnos algo, que necesita que nosotros lo escuchemos. ¿estamos dispuestos a prestar nuestra voz? Dentro de nosotros existen necesidades que a veces son contrarias y entran en conflicto, por eso a veces la experiencia de prestar nuestra voz produce resistencias y dificultad: en general si no hay mucho trabajo personal de por medio, yo me identifico con lo que más me gusta de mi y rechazo otras partes de mi que me gustan menos, o que simplemente detesto en mi…¿estoy dispuesta a prestarle mi voz a una parte de mi que no me gusta? ¿Queremos que exista en nosotros instaurado un sistema democrático, y escuchar a todas las partes, o bien queremos que exista una tiranía, y haya voces que no se quieren escuchar?… entonces empieza la guerra y el terrorismo. La enfermedad es terrorismo.
Constantemente nos estamos hablando a nosotros mismos ¡nuestra mente no para! ¿y nos escuchamos? Quizás incluso nos oímos pero ¿nos hacemos caso?¿nos tenemos en cuenta?¿nos damos nuestras propias respuestas?¿nos cuidamos?
El counsellor es un facilitador de la comunicación, de las relaciones interpersonales o intrapsíquicas y por lo tanto su tarea consiste en ayudar a las partes en conflicto a que se entiendan cognitivamente, se reconozcan entre sí emocionalmente para descubrir entre ambas partes como dar forma y reducir las tensiones y malestares. Llegar a acuerdos.
¿Qué son relaciones intrapsíquicas? Son relaciones de unas partes de uno mismo con otras partes de uno mismo… por ejemplo, yo con mi estómago, yo y un síntoma, mi orgullo y mi necesidad que a lo mejor generan un dolor en el pecho… ¿cómo llegar a un entendimiento entre partes? Hay que escuchar a todo el mundo, darle sitio y voz…
Nuestra voz es muy poderosa y la podemos poner donde queramos, sirve para comunicarnos hacia fuera y hacia dentro, nos sirve para imaginar qué expresaría la otra parte de mi: mi otro yo, ¿cómo se hace esto?… os propongo explorar tres pasos…
1. Disponibilidad para escuchar al otro -la otra parte de mi- fundamentalmente en un sentido emocional profundo, a través de preguntarme ¿qué siento cuando me convierto en el otro?¿qué siento cuando me convierto en mi dolor de cabeza? Enfocando en lo emocional y no en si estoy o no de acuerdo con lo que escucho… la pregunta es qué siento y la manera de sentir es la ausencia de juicio.
2. Darse cuenta de que esta parte de uno mismo es importante para uno mismo, a veces pensamos que no necesitamos partes de nosotros, pensamos que podemos pasar por encima de nosotros y lo hacemos… me duele algo emocionalmente, pero no me importa, me voy de fiesta, paso por encima de mi. Esto lleva al desastre emocional, se pierde la orientación, la brújula del sentir, porque niego lo que siento, o lo reprimo o no lo quiero ver, no le doy un sitio. INTERFIERO EN LA EMOCION. En el caso de una enfermedad el riesgo es mayor, porque la amenaza de no escuchar una parte de mi es mayor aún, puede significar la muerte u otros riesgos, en este caso nos damos cuenta de la importancia de escuchar a mi otro yo, que se expresa a través de mi cuerpo y que empieza a hablarme a gritos.
En Gestalt trabajamos con la autorregulación organísmica: si tu dejas funcionar a tu organismo, si no interfieres en el organismo en el control, especialmente en lo que se refiere a las emociones, tu organismo te va a llevar al equilibrio porque eso es lo que sabe hacer, buscar el equilibrio si tu permites realmente que esto suceda, el problema no es la emoción que te lleve al equilibrio que has perdido, el problema es la interferencia sobre ella, no el hecho de que exista una emoción por muy desagradable o insostenible que parezca. Las emociones son desde el punto de vista dinámico en que las vemos en el trabajo de la relación de ayuda son los portadores de la energía para tu equilibrio, para que sea posible la autorregulación organísmica, retomar de nuevo el equilibrio… pero para que hagan su trabajo no podemos interferir, es necesario confiar en ellas… sea dolor, miedo, rabia a cualquier intensidad… nos ayudan a restablecer el equilibrio orgánico si las dejamos estar en el cuerpo

3. Una vez que estamos en disponibilidad de escuchar al otro -la otra parte de mi- y además le damos un sitio, reconocemos su importancia, ya hemos hecho ¡un gran trabajo!, ahora tenemos que usar nuestra creatividad al máximo para ponernos en el pellejo del otro, para emprender esta acción utilizo mi sensibilidad y mi imaginación, me meto en el pellejo del otro y hablo en primera persona como si yo fuera eso justamente, es un ejercicio de salirme de mi y ver desde otra mirada, y sentir desde otra posición diferente a la que acostumbro.