Autoridad interna

13.05.2013 00:00

garganta y counselling

En la relación de ayuda desde el enfoque del Counselling la autoridad del proceso terapéutico le pertenece al cliente, a la persona que pide la ayuda y quien inicia la relación poniéndose en contacto con el profesional o counsellor… Existe la creencia extendida de que cuando uno va a un profesional para recibir algún tipo de ayuda, resulta que el otro nos va a dar “una solución” puesto que además el otro “es el que sabe”. Esto lo podemos llamar, ir a consultar a la “autoridad externa”, alguien que nos diga qué hacer. Existen también profesionales que sostienen la creencia de que son ellos los  que curan al otro, los que lo orientan, los que lo salvan, los que tienen el don de la clarividencia y saben perfectamente lo que el otro necesita, los que han estudiado mucha teoría y poseen las fórmulas adecuadas en cada momento, los que conocen el diagnóstico y el tratamiento…

Todo esto es un juego para evitar asumir la responsabilidad propia, la responsabilidad de la propia vida, con sus ventajas y sus inconvenientes, un juego nada inocente que nos mantiene en un estado de inmadurez emocional, donde el impulso inconsciente que domina nuestra psique decide por nosotros, y así nos orienta en la vida un movimiento automático de patrones antiguos que nos impulsa a repetir una y otra vez las mismas situaciones en escenarios diferentes, las mismas relaciones con caras distintas, reviviendo el pasado una y otra vez, y evitando a cada instante asumir el presente de un modo responsable, consciente, y libre.

En esta tarde de primavera cuando me embarga una ansiedad que me aprieta el plexo solar y me hunde ligeramente el pecho, me desata las ganas de moverme de un lado a otro de la casa, y me frustro delante del teclado, así me dispongo a hablar con mi jefa interna:

-Dime qué tengo que hacer -le pregunto con una sensación de presión en el estómago.

-Dime tú qué quieres hacer -me responde mi jefa interna.

A esto me refería cuando hablo de counselling, la ayuda está destinada para que yo despierte mis propios recursos de ayuda, y este proceso de despertar puede conllevar mucha frustración, la dificultad para decidir, desorientación, miedo, angustia…

-Mira, ahórrame esta ansiedad, quiero evitar mi ansiedad, y saber lo que tengo que hacer -le digo a mi jefa interna- dame una solución, dime lo que tengo que hacer.

-No hay manera de hacer trampas, si evitas lo que sientes nunca sabrás lo que quieres hacer con lo que sientes, y no podrás decidir por ti misma lo que hacer en este momento… quieres que yo te diga lo que tienes que hacer, pero si yo decido por ti en virtud de una supuesta superioridad de conocimiento, estoy robándote tu libertad individual de tomar la mejor decisión para tu bienestar en este momento, tú posees todas tus claves, sólo tienes que escucharlas…

-¿Y esta es tu manera de ser mi jefa?

-Mi modelo de autoridad es darle espacio a la tuya para que se active y se convierta en una herramienta de orientación útil que te ayude a encontrar donde apoyarte a tí misma, dime, ¿qué efecto te produce mi posición? -mi jefa interna sonríe tranquilamente

-Me frustra, me dan ganas de buscar ayuda en otra parte, tengo ganas de salir corriendo, de enfadarme contigo.

-Esta bien, ya sabes algo sobre lo que sientes… ¿Te gustaria explorar un poco más lo que estás sintiendo..?

-Si. Estoy impaciente, me cuesta esperar el momento y me disperso mucho, empiezo muchas actividades buscando algo que me devuelva una sensación de confianza y en esta dispersión no encuentro nada consistente, sólo ansiedad, se me acelera la mente y me parece que no llego a ningún sitio, me parece que pierdo el tiempo… me doy cuenta de que estoy triste…

-Vale, sientes impaciencia, sientes tristeza… ¿qué quieres hacer ahora con eso que sientes?

-Quiero pararme, darme cuenta de lo que me pasa, quiero escucharme… con tu ayuda me estoy escuchando aunque lo que escucho no me gustaba al principio, ahora es distinto, ahora tomo contacto con mi tristeza… y se transforma… se convierte en un lugar silencioso y sereno dentro de mi pecho… un poco más arriba en mi garganta la sensación me da miedo… observo mi garganta por dentro y recibo la imagen de una piel muy fina, muy tierna, de una extrema delicadeza, como si fuera muy frágil, e imagino el sonido de mi voz como una caricia muy amorosa con esa parte de mi… es como si mi garganta quisiera decir algo…

-¿Y qué quiere decir tu garganta?

-Me rindo… me entrego… -expreso tímidamente estas palabras y me agrada el sonido vibrando en mi interior…

-¿Has escuchado a tu garganta?¿Qué efecto te hace esto que ha salido de ti?

-Es raro… porque me siento muy alegre, ¡ya no tengo prisa!… puedo esperar el momento… ¡quiero esperar el momento! ¡quiero sentir el momento!

-Lo ves, tienes dentro de ti una brújula formidable para decidir lo mejor para tu bienestar en cada instante -mi jefa interna sonríe -esta es la ayuda que yo te puedo ofrecer… ¡que te ayudes tú!

SI TE INTERESA CONOCER MÁS SOBRE EL COUNSELLING… II CONGRESO INTERNACIONAL DE COUNSELLING