Soñando y regresando

24.09.2016 11:15

Estoy despierta desde muy temprano. El reloj marca justamente las 5:55. He abierto los ojos y mi cuerpo se ha puesto en marcha inmediatamente. He salido al campo a mirar la noche y las estrellas, la constelación de Orión brillaba en la oscuridad atrapando mi atención y me arrastraba a la belleza de ese momento.

Ahora estoy dentro de la habitación, tengo calor y lo noto en el cuello y el pecho. Me trae el recuerdo del día de ayer que pasé en la playa, el sol calentando mi piel.

Siento cómo la sobriedad está presente en mí. Cuando la nombro se intensifica, me doy cuenta de que hoy me quedaría todo el día en silencio, aunque a las 11 comienzo con una sesión de Gestalt.

Mi energía se concentra en el vientre, en el útero y en los ovarios, a punto de desplegar la salida de la sangre menstrual. Respiro con el foco puesto en esta parte de mi cuerpo. Cuando hago esto con mi voluntad, me doy cuenta de que circula por mi interior un movimiento rabioso como la cola de una serpiente cascabel, de pronto esta imagen toma mi visión interna. Ahora me imagino en un desierto donde me he acercado demasiado a esta serpiente y ella empieza a estremecer la cola generando un sonido envolvente que crece alrededor de mis oídos. Me doy cuenta de que hay algo que no quiero escuchar. No puedo escucharlo porque viene acompañado de una vibración grave que me sacude muy profundamente. La vibración se intensifica y satura mi comprensión. No comprendo nada. Me arrastra un viaje auditivo y siento miedo al castigo, ¿quién quiere castigarme?¿qué he hecho mal?

Ahora tengo cinco años de edad. Agarro un perro de peluche marrón al que llamo Chope, es un gran amigo mío con quien puedo hablar de todo. Estoy asustada porque percibo un estado conflictivo de irritabilidad en una figura adulta que está en la misma casa que yo. Es mi padre. Está enfermo, tiene úlcera de estómago y eso le irrita. Arrastra un cabreo monumental y eso ha generado una úlcera en su estómago. Yo tengo la culpa de todo porque lo veo. Si lo veo me pertenece, para lo bueno y para lo malo. Si lo veo no puedo dejar de verlo. Si lo veo quedo vinculada. Es comprometido eso de mirar. Y mi padre ocupa mucho sitio en el territorio de mi casa, cómo no voy a mirarlo, atrapa todo mi foco.

El color amarillento de su piel se intensifica.. como si fuera un vampiro, le sobresalen los colmillos por la boca. Sus ojos no se enfocan demasiado tiempo en un mismo sitio, me mira y al instante mira a otro lado, luego regresa, yo permanezco con la mirada fija permanentemente. Su movimiento de ojos empieza a transmitirme la idea de que hay algún motivo oculto por el que tener miedo. No me lo creo del todo porque estoy con Chope. Es un peluche que me dio mi madre y que trajo de la casa de su familia. Esto es muy importante para mi porque mi familia paterna me ha prohibido relacionarme con la familia de mi madre. No lo dicen claramente. En este momento de mi vida no necesito el lenguaje, con la mirada me basta para comunicarme, y Chope habla mucho conmigo sobre quién soy yo. Sin él me encontraría en un manicomio, en el manicomio donde vivo, donde todo son gritos hacia fuera, donde mi padre de pronto y sin avisar se transforma en el diablo y arroja una llamarada de ira indiscriminada que arrasa con la alegría, las flores se secan al instante. Me pica en el plexo solar, como en una inflamación toda la sangre acude a este sitio de mi cuerpo y poco a poco también se seca y empieza a agrietarse.

-Chope, no creo que pueda aguantar mucho esta locura -le comunico en mi desesperación de niña -me va a comer, lo presiento.

-Vas a tener que aguantar unos cuantos años, pero luego tu libertad volverá a tí completa -me asegura Chope- tendrás que hacer un gran trabajo para recuperarla, porque ahora este hombre te está sometiendo a un proceso que se llama posesividad, se va a quedar con tu voluntad un tiempo, pero saldrás de esta. Nunca te dejaré sola, incluso aunque dejes de ver esta forma en la que me relaciono contigo. Siempre te voy a acompañar. Ahora te toca este sueño, y cuando pasen unos años despertarás y lo recordarás todo.

-Me da miedo Chope olvidarme de mí, de quién soy y qué hago aquí, me da miedo creerme el sueño y convertirme de verdad en la niña de papá... ¿toda la vida?...

-Es imposible, vas a tener un montón de oportunidades de recordar todo esto -Chope me orienta -a lo largo de tu vida cuando comiences a alejarte de este escenario inicial, vas a buscar situaciones con personas que te reproduzcan de nuevo todo esto, vas a repetir este sueño una y otra vez, con distintas personas, siempre aparecerá un hombre que tenga un parecido muy grande al carácter de tu padre, y esto te dará miedo, pero ese miedo es la señal de que ahí está toda la información de tu sombra, que tienes que atravesar e iluminar para recordar quién eres y convertirte en un ser libre... ¡es muy fácil!, ¡no te vas a perder!

-Chope, creo que me va a matar, no puedo defenderme, mi cuerpo es pequeño, no tengo fuerza, no puede irme de la casa... adoro mi cuerpo, no quiero que lo aplaste -le expreso a mi perro -asumo la culpa de todo, esta ira es porque yo he llegado, y todo ha cambiado... siento que caigo, que caigo en un sueño, que me duermo, me quedo dormida, me convierto en la niña de mi papá, me hago cargo de su ira, ya no soy yo, ahora soy él, soy una con él, y yo desaparezco.

Mi cuerpo palpita por todas partes, me sudan las manos, mi cuello se pone rígido. Regreso a aquí y ahora, a esta habitación donde escribo, pintada de colores, rojo, azul, celeste, con una luna que ocupa toda la pared del norte, circular con una espiral plateada, con colores lilas y grises. Estoy aquí, tengo 42 años. Y soy una mujer libre.

-Lo conseguiste -Chope me habla de nuevo -Siempre confié en tu fuerza y en tu sensibilidad. ¡Estás en casa!, hiciste el trabajo muchos años ¡te has comprometido con la mayor entrega! y encontraste varios sustitutos paternos que te llevaron de viaje desde lo más oscuro hasta la claridad donde habitas hoy. Encontraste al mejor terapeuta para amplificar tu sueño de nuevo, atravesando el sufrimiento y la locura. Encontraste al mejor chamán para ti, que te acompañó a pegar el salto al vacío. Tú ya has saltado. Rompiste el sueño y has podido comprobar que sigues intacta en tu ser, que nada pudo hacerte daño, que ahora has recuperado tu libertad y sólo perteneces a la vida, que no para de amarte continuamente.

-¡Chope! -lo nombro en voz alta -¡estás aquí de nuevo!... me acompañas, estás en todas partes, en la Naturaleza que me rodea, en los gatos que holgazanean por mi casa, en las miradas brillantes de mis amigos, ese brillo delicioso que tanto gozo me provoca al mirar, estás en mi corazón, eres mi corazón despierto y alegre, entusiasmado por este viaje de sueños y despertares.

Siento tanto amor en este momento.

-Cuando despiertas, tu mayor deseo es acompañar a otros en su despertar -me señala Chope -porque Susi, tú amas la libertad y la mayor conquista de la libertad es ponerte al lado del ser, que tu voluntad se convierta en la suya, y ya sabes cómo comunicarte con el ser, sólo tienes que hablar conmigo. ¿Qué quieres hacer con tu vida?

-Ahora quiero desayunar, y luego quiero acompañar a quien llegue a mi casa.