¿Qué puerta cruzarías para entrar en tu corazón?

20.05.2015 19:28

El trabajo personal no es un juego, aunque muchas veces comienza siendo algo que despierta sobre todo estados agradables como la curiosidad, la inspiración, el deseo, la gratitud, el calor, el placer, el reencuentro, la reconciliación, la fe, la esperanza...

Este suele ser el comienzo... sin embargo a través de la persistencia y compromiso empiezan a aparecer trabajos internos pendientes donde hay dolor, hay rencor, rabia, culpa, miedo, aburrimiento, hastío, hay miedo al deseo sexual, hay locura, hay vergüenza, hay humillación... y otros estados que no nos suelen gustar mucho y que es necesario transitar -si están dentro de nosotros- para reencontrarnos con nuestro ser interno y habitarlo. Si evitas estos estados te puedes quedar enganchado al lado "positivo" del "crecimiento personal" pero no obtendrás la transformación que necesitas para completarte, por muchos cursos que realices.

El narcisismo, que todos tenemos, es un gran enemigo para la transformación, ya que significa que te gusta cómo eres, aunque estés alejado de la salud, o de tu plenitud como ser humano, no puedes reconocer que eres esclavo de un mecanismo automático bajo la sensación de que te gusta como eres, ¡es que yo soy así y me gusta!, obteniendo una recompensa conocida desde hace muchos años, igual que un drogadicto, sin embargo no te paras a observar cuánto ganas y cuánto pierdes con lo que haces, no te paras a sentir si es lo que quieres hacer o simplemente vives de un modo automático... estás aliado con tu ideología y visión del mundo y no te planteas si merece la pena para ti aquí y ahora... y quisieras elegir algo diferente.

Así que... ¡vamos a jugar! ¿qué puerta eliges para entrar en tu corazón?

Cada una de estas puertas y su tránsito te confrontarán con tu pasión egoica hasta la náusea y te otorgarán un estado del corazón que puede ayudarte a soltar el exceso de ego... Según la teoría del Eneagrama hay una de ellas que es más específica para tu estructura caracterial, si bien cualquiera de las nueve puertas, convertidas en un acto de conciencia, pueden acercarte a tu corazón.

eneatipo 1 serenidad

Puerta 1: SERENIDAD.

Para atravesar esta puerta necesitas establecer una buena relación con tu rabia. Observa tu rabia... es un animal salvaje, un felino en su territorio, que defiende su espacio, expresa sus límites, dice sí cuando quiere decir sí y dice no cuando quiere decir no. No domestiques tu rabia, no metas a este animal salvaje en una jaula, porque es imposible... si lo haces estarás alimentando tu ego -la pasión de la Ira- y él sabe muy bien qué hacer con tu rabia... la convertirá rápidamente en infinitos "deberías" para ti y para los demás en una locura exagerada de perfeccionismo... es posible que te conviertas en esa persona pesada que siempre sabe lo que debes hacer y cómo, y nunca se calla cuando tiene la oportunidad de adoctrinarte, darte una lección, decirte lo que te conviene.

La virtud de la serenidad te propone que observes la belleza de tu felino interno paseando por el territorio de tu cuerpo y de tus espacios y cómo si lo dejas estar en tu cuerpo, sintiendo su presencia, su calor en tu vientre y en tu pecho, es capaz de poner orden con una calma majestuosa, te procura la paciencia y la fuerza para aceptar la vida tal y como es, sin intentar empujarla hacia un ideal de perfección que surge de tu ego directamente, y te deja tiempo libre para sentarte a disfrutar de la vida tan maravillosa que te ha tocado vivir.

eneatipo 2 humildad

Puerta 2: HUMILDAD

Para atravesar esta puerta necesitas establecer una buena relación con la necesidad. Observa tu necesidad, observa todo lo que necesitas de verdad... ¿Ya te has dado cuenta de que no eres todopoderoso?... ¡eres un ser humano vulnerable y tienes necesidades! la necesidad es como un bebé humano frágil que sabe pedir, que llora cuando tiene hambre, que ríe cuando quiere afecto, que pide un abrazo cuando quiere... no reprimas tu necesidad... si lo haces tu ego -la pasión del orgullo- la esconderá y llevara tu atención a todas las necesidades ajenas para que nunca veas la tuya propia, alimentando tu orgullo por encima de todo... hasta que una parte de ti esencial se morirá de hambre... Literalmente, y luego tendrá la "culpa" todo ese mundo de "personas necesitadas" a quien tú "ayudas tanto"

La virtud de la Humildad te propone que reconozcas que tienes necesidades propias que atender, que te cuides a ti mism@ y que escuches tu necesidad en cada momento, que te pongas en primer lugar para ti y que aprendas a pedir lo que es importante para ti, sin pasar de ello en nombre del orgullo.

eneatipo 3 veracidadPuerta 3. Veracidad.

Para atravesar esta puerta necesitas tener una buena relación con tu interior y esto implica darte cuenta de cómo utilizas múltiples máscaras para mostrar la imagen exterior que quieres proyectar en tu mundo, escuchando a tu ego- la pasión de la vanidad-. Observa tus sentimientos reales y tu posición interna ¿corresponde con la imagen de éxito que te empeñas en mostrar? Date cuenta de cuánto mientes, y manipulas tu imagen... si estás dispuest@ a cruzar esta puerta tendrás que mirar muy adentro de ti -para buscar lo que sientes, lo que quieres y quién eres en realidad- y dejar que tu imagen se rompa en mil pedacitos, simplemente mostrar lo que sientes y expresar tu verdad del momento, arriesgándote a "fracasar" como elemento social de alto rendimiento y ser quien eres en cada instante sin esconderte detrás de un máscara de plástico.

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Puerta 4. Ecuanimidad.

Para atravesar esta puerta necesitas darte valor y darle valor a todas las experiencias que están presente en tu vida. Necesitas reconocer el valor objetivo de tu vida, así sin más. Si empiezas a mirar afuera y compararte, apartando la mirada de tus propios valores y alimentando a tu ego envidioso, mirando con ojos saltones los valores ajenos que se perciben desde tu ventana, entonces tu ego te hará sufrir mucho todas las carencias de tu vida, siempre la falta, la persona ausente, la madre que no me cuidó, aquel amor lejano que no pudo ser... y el sufrimiento se convertirá en tu identidad, creyéndote incluso que este sufrimiento te confiere una calidad humana sumamente especial.

Para atravesar esta puerta tienes que observar la puerta, pararte justo enfrente y observar sus detalles, la perfección en su singularidad, el pomo tan útil, la apertura tan cálida, la belleza de su color azul, el amor con que está esperando que seas tú quien la cruce, su ventana en la parte superior que quizás te traiga recuerdos de tu origen... cada detalle de su singularidad que constituye todo su valor objetivo... y sí, enfrente está la puerta del vecino y a los lados de la calle, sí, pero la virtud de la Ecuanimidad te propone que valores la tuya con absoluta objetividad y que no compares del modo que acostumbras con envidia, odio y vergüenza... sé objetivo y valora lo que tienes, suelta el drama y aporta tu singularidad a este mundo.

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 Puerta 5. Generosidad.

Para cruzar esta puerta tendrás que salir de tu aislamiento, ese que fabricas cuando desconectas tu mente de tu corazón y de tus tripas y te escondes en tu análisis mental del mundo, donde te siente segur@ porque tienes una sensación de control, aunque tu distancia con la vida sea tan grande...

Cuando cruces la puerta tendrás que empezar a dar (a los demás y a ti mism@) todo eso que tu avaricia agarra con toda su fuerza y ahorra... tu expresión emocional natural y espontánea, tus palabras, tu cercanía a los otros, la espontaneidad de tu cuerpo, tus necesidades claramente manifestadas, tu intimidad, la expresión de tu posición contigo y con el otro, lo que quieres, lo que no quieres... aterrizando en el cuerpo y en el contacto... y si te da miedo... La propuesta de esta puerta es ser generos@ con la expresión de tu miedo para que tú lo vivas apasionadamente con todo tu organismo y para comunicarlo a los demás, desapegarte de tu falsa seguridad interna esa que te empuja al aislamiento, y salir al mundo donde tienes mucha sensibilidad y sabiduría que compartir.

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Puerta 6. Valentía.

Para cruzar esta puerta tienes que soltar tu cobardía, y mirar de frente tu miedo a la autoridad, a tu propia autoridad interna que proyectas en figuras destacadas(para ti) de tu entorno con las que estableces una relación de obediencia o rebeldía según los distintos niveles de ansiedad interna, desorientación, duda, nudo en el estómago por el miedo...

Tú decides cruzar la puerta, tú decides cuando y cómo, tú decides el día, tú decides abrir la puerta, tú decides no cruzar la puerta y seguir caminando por la calle... ¿qué quieres hacer? la puerta de la Valentía te propone que te escuches a ti mism@ y te apoyes en lo que quieras hacer, que asumas la responsabilidad de tu decisión, sosteniendo los estados emocionales que aparezcan y asumiendo los riesgos, y de esta manera vayas descubriendo un sentido de orientación interna que emerja de tu organismo, y restituya tu confianza en ti mism@.

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Puerta 7. Sobriedad.

Si intentas cruzar esta puerta tendrás que mirar de frente tu dolor (tristeza, frustración, aburrimiento, incomodidad, conflicto, muerte) y darte cuenta de tu habilidad para escapar compulsivamente de la parte que menos te gusta de la vida, amputando la vida y despojándola de su grandiosidad para convertirla en un juguete para niños pequeños que sólo existe en tu fantasía... en la misma puerta tendrás que adquirir un compromiso: sostener el lado que te gusta y el lado que no te gusta de la vida, de esa manera podrás pasar, si no... te puedes quedar en el umbral imaginando historias fascinantes, seduciendo a los transeúntes de la calle, ligando con chicos o con chicas, esperando la noche para las fiestas y alimentar la pasión de la gula... pero nunca podrás entrar en tu casa...

La puerta de la Sobriedad te propone que  escuches tus límites, una voz interna que te dice: Esto es suficiente, y puedas comenzar a recibir lo que la vida quiera darte, sin imponer tu propio plan mental de cómo tiene que ser la vida exactamente para que tú puedas ser "feliz", cuando habites tu receptividad, la "vida completa" se encargará ella por su cuenta de buscarte a ti y te procurará el mejor de los planes posibles.

eneatipo 8 inocencia

Puerta 8. Inocencia.

Si cruzas esta puerta serás invitado a habitar tu vulnerabilidad... es posible ¡que se te derrita la armadura del corazón tan tierno que posees! y entonces puedas darte cuenta de tu necesidad de ser querido, de ser acariciado, de tu cansancio de tanta batalla, de tu deseo de rendirte a tu corazón, tu deseo de confiar en tus amigos con amor delicioso, y empezar de nuevo sin tanta lucha... si bien es posible que a un paso de la entrada sientas tu gran deseo de entrega y tu ego-la pasión de la lujuria- te convenza de que esa casa está habitada por todos tus enemigos, que es una trampa donde serás humillado, donde te traicionarán, donde se reirán de ti, donde morirás... y querrás quemar la puerta y toda la casa para vengarte y demostrar tu dominio... y sí, tendrás que morir para volver a nacer como un niñ@ y reconocer tu protección intacta sin necesidad de defender tu territorio.

La puerta de la Inocencia te propone que utilices tu fuerza para darle espacio y soporte a tu fragilidad, a tu sensibilidad, a tu necesidad de entrega, sin juicio.

eneatipo 9 espontaneidad

Puerta 9. Diligencia.

Si cruzas esta puerta tendrás que soltar tu pereza, esa pereza que te hace evitar el conflicto en tu vida porque el conflicto es algo muy incómodo que no te deja dormir, que no te deja relajarte y sacude toda tu estructura, así evitándolo te olvidas de las cosas que son importantes para ti y que necesitas defender y luchar por ellas.

Cuando cruces la puerta ocuparás tu sitio y esto implicará alzar la voz y decir: esto no me gusta, esto lo quiero y voy a conseguirlo, esto es un límite para mi y  quiero respetarlo, y este límite lo quiero pasar y voy a intentar superarlo, esto quiero y esto no quiero... para ello entrarás en contacto con tu rabia, y esta emoción te ayudará a ponerte en marcha para darte la importancia que tú como persona con un proyecto personal único te mereces.

La puerta de la Diligencia te propone que escuches y valores lo que es importante para ti, y que te pongas en acción para llevarlo a cabo, despertando toda la fuerza de tus tripas y poniéndola al servicio de un proyecto donde la estrella seas tú.

Ahora que hemos jugado un rato ¿Cuánto de ti estás dispuesto a comprometer para entrar en tu corazón? si quieres trabajar de verdad ¡sin juegos! te propongo un encuentro:

30 y 31 de Mayo. Autoridad Interna.