Gestión del deseo sexual

El deseo sexual es la energía bruta de nuestra creatividad. Normalmente cuando aparece o bien nos enamoramos o bien intentamos mantener una relación sexual con el otro... aunque podrían ocurrir más cosas... en ambos ejemplos puestos predomina el programa biológico de reproducción humana que tanto domina nuestra vida.

Muchas veces en la relación de ayuda aparece el deseo sexual tanto en el cliente como en el facilitador de la ayuda, o counselor.

Mi propuesta es trabajar con este fenómeno cuando surga de manera natural entre el cliente y en este caso, yo como counselor.

Utilizando esta poderosa energía de la sexualidad para el trabajo personal.

¿Cómo?

Establecemos una lista de normas donde nos movemos en este trabajo, escuchando los límites de cada uno en la relación de ayuda, tanto del cliente como del counselor. 

Para mi la norma básica es está: esta permitido despertar el deseo sexual, si esto es posible de manera natural, pero el enfoque de esta energía estará dirigido a la exploración de asuntos de trabajo personal del cliente(historia sexual, conquista, seducción, narcisismo, duelos, límites, rechazo, vanidad, gula, frustración..etc)

Nunca existirá una relación sexual entre cliente y counselor.

Este trabajo es muy poderoso en cuanto a que el deseo sexual es un verdadero psicoactivo que produce un estado extraordinario de conciencia y puede ayudar al cliente a entrar en su mundo emocional de forma intensa y recoger con claridad tomas de conciencia que le ayuden en la comprensión de sí mismo. 

Es muy importante establecer un marco estructural claro de trabajo, ya que si existe confusión no será posible este trabajo. Para ello se acuerdan un número de sesiones de hora y media, y el cliente se compromete a llegar hasta el final de las sesiones acordadas.

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